Los habitantes de esta comunidad del Valle del Mezquital, Hidalgo, nunca más van acarrear agua de manantiales o bordos, después de siglos de hacerlo y de los intentos fallidos en la perforación de pozos, porque desde ayer cuentan con agua potable que proviene del pozo El Gavillero, del municipio de Huichapan.
Ahora tienen en sus hogares agua que es transportada en tubería de dos pulgadas de diámetro y de una distancia de cinco kilómetros.
En su construcción se invirtieron más de siete millones de pesos, informó el gobernador José Francisco Olvera, quien acompañado del director general de Conagua, Roberto Ramírez de la Parra, entregaron la obra.
El delegado municipal de Donguiño, Fermín Cerrillo Badillo, recordó que desde que nació, en su casa no había agua, por lo que había que acarrearla desde manantiales o bordos, por eso agradeció a las autoridades la obra porque traerá grandes beneficios a los habitantes de esta comunidad hidalguense.
El subdirector general de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de la Conagua, Francisco José Muñiz Pereira, explicó que en este poblado se instalaron 80 tomas de agua en beneficio de 213 personas. Y para asegurar el abasto de este líquido se construyó un tanque para almacenar 50 metros cúbicos.
Olvera Ruiz reconoció el apoyo y solidaridad de los alcaldes de Huichapan así como de Tecozautla.