Un centenar de habitantes del municipio de Poncitlán, muchos de ellos indígenas cocas, recién llegaron a esa capital a bordo de dos autobuses para iniciar un plantón permanente hasta que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) autorice la perforación de tres pozos de agua fría que sustituyan la red de distribución actual alimentada por veneros de agua termal, tóxica para el uso humano. Los manifestantes señalan que el agua termal ha causado que al menos 200 habitantes de cinco comunidades del municipio de Poncitlán requieran de diálisis o hemodiálisis debido a la alta incidencia de padecimientos renales y en otros casos de malformaciones congénitas. El grupo es encabezado por la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), cuyo líder en Jalisco, Juan Carlos banderas, informó que se cuenta con el recurso autorizado para perforar uno de los tres pozos, pero a pesar de la emergencia sanitaria la Conagua sigue sin dar los permisos. En estos momentos se instala un campamento que permanecerá hasta que el delegado de la Comisión Nacional del Agua, Jorge Malagón, (quien hasta el momento no los ha recibido) resuelva la exigencia de las comunidades. |