El Pez Diablo ya es una amenaza en los ríos y cuerpos de agua de la Huasteca, debido a que es una especie depredadora, capaz de "caminar" con sus aletas fuera del agua, y preocupa el daño que podría causar a las especies nativas.
El presidente de la Sociedad Cooperativa Pesquera del Río Coy, Reynaldo Salinas, mencionó hay reportes de que algunos pescadores ya lo han visto en algunas lagunas de la región.
Dio a conocer que esta especie exótica tiene un aspecto negro y repugnante, espinas que rompen redes y habilidades para sobrevivir hasta 12 horas fuera del agua, por eso fue bautizado por los pescadores mexicanos como Pez Diablo, que es originario de la Amazonas, y ha invadido con facilidad cuerpos de agua.
Quienes han visto este pez dicen que sus escamas se transforman en una especie de escudos que al fusionarse le dan rigidez y dureza a todo el cuerpo como si fuera un cofre; además tiene espinas en las aletas, en sus costados y en el lomo, lo que hace que fácilmente dañe las manos de los pescadores.
Señaló que de acuerdo a la información, el Pez Diablo ya no es una amenaza, si no que ya está en los ríos y cuerpos de agua de la Huasteca Potosina. Llegó desde pantanos de Centla y los ríos de Chiapas, por las lagunas en Sinaloa, incluso investigadores de la UASLP monitorean la presencia de un pez feo, depredador de otras especies acuícolas y capaz de "caminar" de regreso al agua sobre sus aletas, el cual ha sido encontrado en Ebano, Río Coy, como en otros ríos de la región.
A esta especie se le conoce también como "plecos", habita en aguas poco profundas, de 1-5 m. máximo, con temperaturas de 20 y 28ºC, con pH entre 5,5 y 8, en cuerpos de agua lénticos como son lagos o lagunas o ríos de fondo lodoso o rocoso, donde encuentran su alimento y protección.
Además son territoriales, para anidar cavan galerías de hasta 1,50 m. de profundidad, desplaza enormes cantidades de sedimento (toneladas en algunos casos), alteran la estabilidad de las riberas de los ríos, lagos o lagunas, aumentan la erosión e incrementan la turbidez del agua hasta el punto de afectar su calidad, y algunos ríos de la Huasteca son propicios para ello.
Sociedades pesqueras solicitan la intervención a la SEMARNAT para ver de qué manera se le puede erradicar, como que la UASLP haga un nuevo estudio para determinar si el "plecos" o "pez diablo" ya invadió las aguas de los afluentes de la región.