Colectar lluvia, potabilizarla y distribuirla en escuelas rurales e indígenas de Chiapas es el proyecto al que Edali Yareni Murillo Gómez –egresada de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM– dedica, literalmente, la mitad de sus días, pues por cada dos semanas que está en la Ciudad de México para atender asuntos personales, pasa otras tantas en San Cristóbal de las Casas, donde perfecciona un sistema que podría solucionar muchos problemas de disponibilidad hídrica en una de las regiones más pobres de México.
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